Parricidas: La Cara Oculta de la Violencia Familiar

Introducción

¿Alguna vez has oído hablar de los parricidas? ¿Sabes que es el parricidio? Si no es así no te preocupes, yo estoy aquí para explicártelo y darte una definición. En esencia, se trata de un tipo de homicidio en el que un hijo mata a uno o ambos padres u otro pariente. Es como el asesinato normal, pero en versión pesadilla familiar. ¿Suena horrible verdad? Pues prepárate, porque en esta entrada de blog nos vamos a sumergir en el lado más oscuro y retorcido de la psicología criminal.

Aunque no lo creas los parricidas han existido durante toda la historia, desde el famoso caso de Edipo, el rey maldito de la tragedia griega. Hasta los hermanos Menéndez, que asesinaron a sus padres en Beverly Hills en la década de los 90. Para los criminólogos, el parricidio es objeto de invesntigación, ya que estamos hablando de uno de los delitos más extremos que una persona puede cometer.

Pero no te preocupes, no estaremos todo el tiempo hablando de cosas macabras. Vamos a adentrarnos en la mente de los parricidas y explorar las causas y motivos que se esconden detrás de estos actos. Pasaremos por la venganza, los trastornos mentales, pararemos en el abuso y continuaremos con la manipulación. Ya que existen una gran variedad de factores que pueden llevar a una persona a realizar estos actos tan terribles. Además, para llevar a la práctica la teoría, analizaremos algunos casos famosos de parricidio que seguro que no te dejarán inidiferente. 

Así que ponte cómodo, coge tu bebida favorita y prepárate para zambullirte en el oscuro y retorcido mundo de los asesinos parricidas. ¿Listo para empezar?

¿Qué Caracteríticas Presentan los Parricidas?

¿Te has preguntado alguna vez que puede llevar a una persona a cometer el crimen más atroz de todos? La respuesta no es fácil, ya que si bien no existe una fórmula mágica para entender a estos asesinos, podemos establecer algunas características comunes que nos ayudan a comprender su mentalidad.

Como verás a continuación, te muestro algunas características que se repiten en casos de parricidas. Pero he de advertirte que cada caso es único y debe evaluarse individualmente.

Para empezar, algunos de estos asesinos padecen enfermedades psiquiátricas como trastornos del estado de ánimo, de personalidad o esquizofrenia. Estos problemas pueden dificultar la regulación de las emociones y desembocar en conductas violentas.

Otra característica común de los parricidas es que a menudo han sufrido abusos infantiles. Es triste, pero muy importante mencionar que en su infancia algunos parricidas han sido víctimas de maltrato por parte de sus padres. Este hecho podría contribuir a su conducta delictiva y es una de las características más dolorosas que existen.

También es común que  los homicidas de este tipo tengan dificultades en las relaciones familiares. ¿Quién no ha tenido alguna discusión con sus padres en algún momento? Si bien esto es normal en nuestro día a día,  las situaciones que viven estos sujetos son mucho más graves. Incluso podríamos estar hablando de casos de violencia doméstica.

Además, el consumo de  sustancias como drogas y alcohol es otro factor que contribuye al comportamiento violento de algunos parricidas. Esto se debe a que pueden afectar al juicio y la capacidad de tomar decisiones, lo que terminaría desembocando en actitudes impulsivas.

Aunque estos son los principales factores que pueden contribuir a la comisión de parricidio,  existen otros muchos que dependen del  caso específico que se esté tratando. 

Casos Reales de Parricidas

José Rabadán: El Asesino de la Catana

A lo mejor no te suena su nombre, pero tranquilo, que si no lo conoces te diré que estamos hablando del joven que protagonizó el caso de parricidio más importante de la primera década de los 2000. Incluso podríamos decir que es el parricida más famoso de España. Y aunque ya hace más de 20 años de lo sucedido, sigue siendo objeto de debate y especulación.

José Rabadán era un chico de 16 años de en un barrio de Murcia. Que vivía junto a sus padres y su hermana de 11 años que tenía síndrome de Down. No parecía padecer problemas graves, era un chico normal, algo retraído en clase, pero nada alarmante. Mostraba gran interés por los videojuegos y las artes marciales, motivo por el que sus padres decidieron regalarle por su cumpleaños la famosa espada que aparecía siempre en las películas de samurais que tanto le gustaba ver, una catana. ¿Quién les iba a decir que ellos mismos habían comprado el arma que terminaría con sus vidas?

Todo parecía ir bien hasta que el día 1 de abril del año 2000, José tomo una firme decisión. Alrededor de las 6 de la mañana empuñó la catana y se dirigió hacia la habitación de matrimonio donde se encontraba durmiendo su padre. Sin pensárselo dos veces empezó a apuñalarlo hasta terminar con su vida. Incluso fuentes policiales declararon que el cadáver tenía más de 5 puñaladas repartidas por el cuerpo. 

Pero su misión no había terminado. Rápidamente se fue a la habitación en la que dormían su hermana y su madre, que se encontraban aterrorizadas por los gritos de angustia que habían salido minutos antes de la estancia contigua. José no dudó y le propinó múltiples puñaladas a su madre que también terminarían con su vida. Pero no te vayas a pensar que tendría piedad con la hermana pequeña, porque no fué así. La niña corrió la misma suerte que sus padres. 

Horas más tarde José, que desde ese momento sería conocido como “el asesino de la katana”, huyó pensando en llegar a Barcelona, donde se encontraba una chica que había conocido por internet. Sin embargo su estrategía no llegaría muy lejos, ya que el joven fue detenido por las autoridades en la estación de Alicante, mientras se encontraba esperando el tren que lo llevaría hasta su destino. 

El día 1 de abril del año 2000… José tomó una firme decisión… empuñó la catana y asesinó  a su padre… empezó a apuñalarlo hasta terminar con su vida. José no dudó y le propinó múltiples puñaladas a su madre y a su hermana… que corrió la misma suerte que sus padres.

Fotografía periódico «El Correo».

Imagen de José Rabadán, "el asesino de la katana", saliendo de juzgadon engrilletado.

El caso de José Rabadán o “el chico de la katana” fué muy sonado y comentado en los medios de comunicación, ya que fué el primer caso de asesinato que se juzgó con la nueva Ley del Menor que se había implantado en enero de ese mismo año. Y por suerte para él, ya que de no haber existido dicha ley a José le habrían impuesto 12 años de prisión, en vez de los 6 meses en un centro de menores y 2 meses de libertad vigilada que terminó cumpliendo. 

Seguro que lo que se te viene a la cabeza es ¿por qué lo hizo? Pues te diré que esta pregunta es una de las principales fuentes de especulación de este caso, ya que el doctor García Andrade afirmó que padecía de un cuadro de psicosis epiléptica idiopática. Sin embargo otro psiquiatra añadió que podría haberse mezclado la epilepsia con creencias absurdas y confusión derivadas de los videojuegos y las películas que veía. Por este motivo no se sabe a ciencia cierta qué le pasó por la cabeza la noche que decidió ejecutar esos aterradores crímenes.

¿Y cómo crees que se encuentra “el asesino de la katana” en la actualidad? Pues para tu sorpresa te diré que se ha casado, tiene una hija y es broker. Pero si eso te parece poco te informo de que forma parte de una comunidad evangélica en Cantabria y tiene un documental en DMAX llamado “Yo fuí un asesino”, en el que narra su experiencia a lo largo de todos estos años.

Santi: El Parricida de Elche

El caso de Santi es uno de los más recientes en la lista de parricidas de nuestro país, ya que su crimen tuvo lugar a principios del 2022.

Al igual que en el caso de José Rabadán, Santi era un chico de 15 años de los más normal. Vivía en Elche, un pueblo de la ciudad de Alicante, en un chalet con muchas hectáreas de campo, junto a sus padres y su hermano de 10 años. Según vecinos y conocidos era un joven sociable, educado e inteligente. ¿Qué daño podría hacer un chico de esas características? Sin duda Santi es la personificación de la expresión “no juzgues a un libro por su portada» . 

Como te he dicho, Santi era un niño inteligente, sin embargo desde hacía unos meses sus padres habían observado un cambio en su rendimiento escolar. Llevaba tiempo en el que sus notas no hacían más que bajar y eso les tenía preocupados. Hasta que un día Encarni, su madre se cansó, y como hacían todas nuestras madres cuando nos caía alguna en el instituto, lo castigó quitándole lo que más gustaba: los videojuegos y el wifi. 

Sin embargo a Santi no pareció gustarle demasiado el castigo de su madre, por ello se generó una gran riña entre ambos. Y en vez de terminarla con un legendario portazo al más puro estilo dramático estadounidense, optó por una opción mucho más tajante. Tras la discusión se dirigió al armero donde su padre guardaba las escopetas que utilizaba cuando salía de caza, cogió una, la cargó y fue al encuentro de su madre. En ese momento y sin que Encarni se lo esperase, le disparó dos veces, terminando con su vida en ese mismo momento. 

Y la cosa no termina aquí, ya que debido a los ruidos del arma, su hermano pequeño corrió aterrorizado al encuentro de Santi. Y lo cierto es que lo encontró, pero este, al contrario de protegerlo, le propinó varios disparos. De esta forma se deshizo de su madre y de su hermano en pocos minutos.

Pero al encontrarse con los cadáveres alrededor pensó en su padre, y en lo mucho que se enfadaría cuando llegase a casa y viera lo sucedido. Por ello decidió esconderse y esperar a que volviera de trabajar. Unas 4 horas después Jaime llegó a casa, encontrando el mismo destino que su hijo menor y su esposa. 

Pero la frialdad de este parricida no reside únicamente en la forma en la que orquestó los asesinatos de su familia, sino en cómo encubrió la muerte de estos. Ya que, tras lo sucedido se quedó en casa durante 3 días, en los que no paró de jugar a la consola. Ahora sí que podría hacerlo tranquilo…

Imagen de una silueta de un hombre en blanco y negro, ya que no hay imagenes de Santi porque es menor de edad.

Se deshizo de su madre y de su hermano utilizando la escopeta… Pensó en su padre, se enfadaría cuando llegase a casa y viera lo sucedido. Decidió esconderse y esperar a que volviera de trabajar. Jaime llegó a casa, encontrando el mismo destino que su hijo menor y su esposa.

No existen fotografías ya que es menor de edad.

¿Pero, cómo pudo encubrir la ausencia de sus padres y la suya propia durante 3 días? Pues muy sencillo, llamó al colegio y dijo que había dado positivo en covid, y eso en el 2022 ya bastaba para que no te dejasen aparecer por ningún sitio. Acto seguido mandó un correo al trabajo del padre diciendo que estaba enfermo y no iría durante unos días. Y a su madre la mantuvo viva a ojos de la familia contestando a los mensajes de Whatsapp que le llegaban. Ahora sí que os podéis hacer una idea de la sangre fría que demostró tener Santi. 

Pasados los tres días, la hermana de su madre empezó a sospechar que algo pasaba, ya que por más que llamaba a teléfono nadie le contestaba, por ello decidió ir a casa a comprobar que todo iba bien. Y al llegar a casa salió su sobrino diciendo que sus padres y su hermano no se encontraban bien, enseñándole una foto en el móvil de los cadáveres de su familia. 

De esta forma Santi fué detenido por la policía al ser culpable del triple parricidio. Y llevado a declarar ante el juez, el cual se mostró desconcertado por la total tranquilidad con la que el acusado contaba lo sucedido, sin reflejar un solo atisbo de remordimientos por los asesinatos cometidos.

El caso de “el parricida de Elche”, ha sido uno de los más sangrientos que han contribuido a escribir la larga historia negra de nuestro país. Y que alienta a los criminólogos a seguir investigando con el fin de comprender las mentes que se esconden tras estos despiadados asesinos.

Vicente Hernández: El Míster España Parricida

Si existe algún caso que nos haga darnos cuenta de lo variado que puede ser el perfil de un parricida es el de Vicente Hernández. Este joven contaba con 25 años en el 2020, momento en el que ocurrieron los hechos que te voy a relatar. Y, como te podrás imaginar por el título, se dedicaba al mundo de la belleza, llegando a ser nombrado Mister España Pacific World en el año 2017.

Vicente era un joven guapo, extrovertido, apasionado por el mundo de los certámenes de belleza y la interpretación. Y que siempre había estado apoyado por su familia, más concretamente por sus padres, que se sentían muy orgullosos de su hijo. Seguro que te resulta de lo más curioso, pero recuerda que en estos casos las apariencias puede engañar.

Tras finalizar el certamen del año 2017, Vicente decidió mudarse de Murcia, su ciudad natal, a Madrid para estudiar interpretación, mientras esperaba poder tener más oportunidades para trabajar de modelo. 

Pero todos esos planes se quedaron en la imaginación de Vicente, ya que trás bastantes meses en la capital no lograba hacerse hueco en el panorama de la moda, siendo rechazado en diversas ocasiones. Por este motivo, el joven desarrolló una depresión que lo acompañó durante bastante tiempo. 

Y si el futuro no estuviese lo suficientemente oscuro para nuestro míster, en el año 2020 ocurriría lo que todos ya sabemos. La pandemia asoló el mundo y fuimos obligados a encerrarnos en nuestras casas. Hecho que tampoco ayudó al murciano. 

Tras el periodo de confinamiento, en junio de ese año, el padre de Vicente decidió viajar hasta donde se encontraba su hijo. Quería visitarlo y darle ánimos, ya que conocía su desaliento por la falta de trabajo. 

Pero a qué mala hora se le ocurrió al pobre hombre darle la sorpresa a su hijo. Ya que lo que comenzó con una amistosa conversación, se convirtió en una acalorada discusión. Sin embargo, los vecinos de la finca de Chamberí, donde vivía Vicente, se percataron de la trifulca que estaban teniendo padre e hijo. Esto fue debidio a que empezaron a escucharse gritos en el rellano y lo que parecían ruidos de forcejeo. 

Pocos minutos después se presentaron en el domicilio varios agentes que se encontraron con una escena devastadora. Al entrar a la casa vieron al padre del joven tirado en el suelo. Se encontraba encima de un charco de sangre que brotaba directamente de su cuello. Y al míster con un cuchillo en la mano, vestido únicamente con unos calzoncillos y el cuerpo lleno de sangre. 

En ese momento Vicente estaba totalmente desconcertado. Parecía que su cerebro no era capaz de procesar lo sucedido. Y en un momento de pánico, consiguió deshacerse del agente que lo guardaba y salir corriendo escaleras abajo, sin parar de repetir una y otra vez “el demonio tiene poseído a mi padre”. 

Al entrar a la casa vieron al padre del joven tirado en el suelo, encima de un charco de sangre que brotaba directamente de su cuello, y al míster con un cuchillo en la mano, vestido únicamente con unos calzoncillos y el cuerpo lleno de sangre.

Fotografía de «La Sexta».

Imagen de Vicente Hernández con la banda de Mister Pacific Wolrd 2017.

Los agentes que salieron detrás de él lo atraparon antes de que girase la esquina. Mientras, Vicente añadía: “me ha intentado atacar mi padre, no sé si lo he matado, pero me ha atacado porque lo tiene poseído el demonio”. 

Inmediatamente fué trasladado al hospital Hospital Clínico San Carlos de Madrid, donde le realizaron varios exámenes psiquiátricos y revisiones de su historial clínico. Los médicos determinaron que en 2016 había sufrido un brote psicótico, siendo diagnosticado finalmente con un trastorno psicótico bipolar agudo.

¿Y cómo crees que terminó la historia del caso de Vicente Hernández? Pues se le aplicó la eximente completa, ya que en el momento del crimen sus facultades se encontraban totalmente mermadas debido al brote psicótico. Para que nos entendamos, no lo pudieron declarar culpable porque cuando mató a su padre lo hizo estando bajo los síntomas de la enfermedad. Y por este motivo en vez de ser trasladado a la cárcel, se le impuso una condena de 10 años en un centro psiquiátrico penitenciario. 

Conclusión

Si has llegado hasta este punto te lo agradezco. Porque te has quedado conmigo hasta el final de este increíble viaje por el mundo de los parricidas. Incluso podríamos decir que ha sido una montaña rusa de emociones. Ya que hemos desentrañado las motivaciones más oscuras, las características más perturbadoras y los casos reales que nos han dejado con la boca abierta.  Pero antes de despedirnos, me gustaría resumir muy brevemente los puntos más importantes de este recorrido. 

Dicho todo lo anterior, podemos concluir que los parricidas son los individuos que cometen uno de los crímenes más escalofriantes: matar a su propia familia. Hemos descubierto que en muchas ocasiones estos asesinos tienen problemas psicológicos,  han sido víctimas de abusos en su infancia o tienen dificultades en las relaciones familiares.

Pero si algo nos ha quedado claro, es cuán complicado resulta establecer un perfil que defina a estos criminales. Por lo que debemos tener en mente que cada caso es único. No todos los parricidas tienen las mismas razones o presentan las mismas características. Por ello, es crucial no juzgar de forma precipitada a estos individuos.  

Así que, te invito a reflexionar sobre todo lo que has aprendido en este post. Y te animo a que si te ha interesado este tema sigas explorando la criminología en nuestro blog, y compartas tus pensamientos en los comentarios.

¡Nos vemos en el próximo post, donde seguiremos descubriendo los misterios del crimen!

2 comentarios en “Parricidas: La Cara Oculta de la Violencia Familiar”

  1. Jose Reina Fabián

    Estupendo reportaje, muy bien explicado y argumentado, incluyendo imágenes de archivo de los asesinos.
    Enhorabuena, gran trabajo.

  2. Pingback: La Historia de José Rabadán: El Asesino de la Katana

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